Actividad física

Esta jornada de Actividad Física está enmarcada en las actividades que se han programado dentro del plan de vida sana y saludable que se lleva a cabo desde el colegio.
La carrera se realizó en la pista del colegio y competían por clases para que así el nivel fuera equilibrado.
Estuvo muy reñida la victoria y todos lucharon por llegar el primero, pero fue Francisco el que finalmente ganó esta carrera. En segundo lugar quedó Ziyad y tercero Rubén. Los niños y niñas de la clase disfrutaron mucho con esta actividad y, aunque los tres primero tuvieron su regalito especial, el esfuerzo tuvo su recompensa ya que repartimos una medalla a cada uno de los deportistas saludables.

¡Enhorabuena a todos: campeones!

La Maestra

Con motivo del día del Maestro, propuse la actividad:"Dibujo a mi seño". A partir de mi silueta que, ellos mismos trazaron mientras yo me tumbaba en el suelo en un trozo de papel continuo, los niños y niñas de tres años fueron decorando las distintas partes del cuerpo de su seño.

Las manos, la cara, el cuerpo, el pelo,... Utilizamos diferentes técnicas: estampaciones, pintura de dedos, coloreo, rasgado y pegado de papel de seda,etc. Arriba puse mi nombre y ellos lo decoraron haciendo series con gomets de colores.
Nos gustó tanto el resultado que decidimos colocar mi clon en la puerta para que todo el que entrara en la clase viera nuestro trabajo, hecho con mucho esfuerzo, ilusión y cariño.

Llega el otoño

Ya llegó el otoño

El otoño ha llegado

Y nadie sabe como ha sido.

Las hojas caen al suelo

El conserje las ha recogido.

En esta estación del año

Por las mañanas hace frío.

Abrígate un poquito

Pues el cielo está sombrío.

Castaña, nuez y almendra,

Naranja, uva y piña.

Frutos y frutas de otoño,

Para el niño y la niña.

Démosle la bienvenida,

Al marrón y al amarillo.

Son colores de la tierra,

Guardados en un bolsillo.

Elena Rebollo (octubre 2013)

Una de las imágenes típicas del otoño es la de “La castañera”. Este personaje singular, que a los alumnos genera ternura ya que alegra los corazones de todo aquel que pasea bajo las tardes frías de esta época del año y quiere compartir un cartucho de castañas asadas con la persona que lleva del brazo.

Una viejecita que asa castañas en los soportales de esa vieja ciudad, con su sartén agujereada y el fuego encendido que la protege del frío. Los cartuchos bien apilados haciendo un cono perfecto que aprendió de su madre, de la que heredó el sencillo negocio: un cartucho 2 €.